En las últimas décadas nos han hecho creer, a través de grandes campañas de publicidad y marketing, que el agua embotellada es la opción de consumo más saludable. Pero nada más lejos de la realidad. El agua más pura que podemos consumir es el agua filtrada, y son muchas las razones para escoger este tipo de agua frente al agua embotellada, tal como analizaremos a continuación.
Por qué no consumir agua embotellada
Una de las razones por las que consumir agua embotellada no representa una opción saludable es que, a pesar de que muchas de estas aguas en botella no tienen cloro, vienen embotelladas en plástico, un material que desprende sustancias nocivas que acaban en el líquido y, por consiguiente, en nuestro organismo. De hecho, se ha demostrado que en las grietas que se generan en este tipo de botellas se pueden generar bacterias, sobre todo si se almacenan en algún lugar cálido, como el coche o el garaje, o si se exponen al sol.
Pero es que además, el consumo masivo de agua embotellada es realmente perjudicial para el planeta. Hay estudios que demuestran que solo en Estados Unidos a diario se desperdician 60 millones de botellas de plástico. Una cifra realmente inasumible.
En este contexto podríamos optar por las aguas embotelladas en vidrio, ya que en este caso el agua mineral es de mayor calidad, pero no resulta una opción práctica ni barata.
¿Qué es el agua filtrada?
Son tantas las palabras que hoy en día acompañan al término ‘agua’ (agua del grifo, agua mineral, agua embotellada, agua filtrada, agua purificada…) que resulta habitual no tener claro qué es cada una de ellas. Por eso queremos explicar que el agua filtrada es aquella que se obtiene del grifo y se trata después a través de un sistema que elimina los contaminantes y la convierte en un agua saludable.
Ventajas de consumir agua filtrada
La principal ventaja de consumir agua filtrada está relacionada con la salud. Si utilizamos un buen sistema de filtrado, como el de ósmosis inversa, conseguiremos eliminar la práctica totalidad de los contaminantes, los microorganismos, las sustancias nocivas, la suciedad y las bacterias que contiene el agua del grifo.
Además, al filtrar el agua con un buen equipo como el de ósmosis inversa mejoraremos su sabor, puesto que la membrana impermeable de este tipo de equipos está diseñada para eliminar contaminantes como la cloramina, el plomo, el cloro y otras bacterias que hacen que el agua huela y sepa mal. Esto no quiere decir que las aguas del grifo que no huelen o saben mal sean beneficiosas, puesto que, en mayor o menor medida, estas siempre arrastran suciedad y sustancias nocivas.
Otra ventaja de filtrar agua en casa es el ahorro en tiempo, puesto que ya no tendrás que ir a la tienda a por agua, y de dinero, porque a la larga ahorrarás mucho en botellas de agua.
Por otro lado, y al hilo de los datos ofrecidos más arriba, consumir agua filtrada implica ser respetuoso con el planeta, puesto que de esta manera se logra evitar generar grandes cantidades de desechos plásticos.
Cambiar de agua embotellada a agua filtrada en casa es, por tanto, una decisión que deben tomar todas aquellas personas que se preocupan por su salud. Además, los equipos de ósmosis inversa son fáciles de adquirir y de instalar y, al contar con la tecnología más avanzada en purificadores de agua, no requieren apenas de mantenimiento. Así que si quieres empezar a cuidar de tu salud y de la de los tuyos, ya no existen excusas para no dar el paso hacia un consumo responsable y saludable de agua.