Seguro que muchas veces has escuchado eso de que “el agua embotellada es la más saludable de todas las que puedes beber”, y probablemente tú también lo hayas creído o lo creas. Depende de donde vivas, quizá también te hayan contado que el agua del grifo está libre de tóxicos e impurezas, y que tu salud no corre ningún riesgo si la consumes. Sin embargo, en este post vamos a contarte por qué todas esas creencias no son acertadas y por qué el agua filtrada es, con diferencia, mucho más sana que el agua embotellada o de grifo.
Por qué el agua filtrada es más sana que el agua embotellada
Sí, el agua filtrada es más sana. De hecho, iremos más allá y te diremos que el agua más pura que puedes consumir es la filtrada y que existen infinidad de razones para escoger este tipo de agua frente a la embotellada o la del grifo.
Para empezar te contaremos que aunque muchas aguas de botella no tienen cloro, están embotelladas en envases de plástico, un material que desprende sustancias tóxicas y nocivas para la salud que irremediablemente pasan al agua y terminan en nuestro organismo. De hecho, está demostrado que en este tipo de botellas se hacen grietas en las que se generan bacterias, sobre todo si se exponen al sol o se almacenan en un lugar cálido.
Yendo más allá, y aunque sea un argumento que exceda el tema de la salud, debes saber que consumir agua embotellada es sumamente perjudicial para el medioambiente. Para que te hagas una idea, solo en Estados Unidos se desperdician al día 60 millones de botellas de plástico.
Por qué el agua filtrada es más sana que el agua de grifo
En algunos lugares de la geografía española, como en Asturias, mucha gente opta por consumir agua del grifo, porque nos han contado que esta es “de calidad”. Y es que a pesar de que el agua del grifo en España debe ser potable por ley, potable no significa saludable. El agua del grifo tiene, entre otras cosas, cloro, una sustancia a raíz de una exposición continuada, puede resultar cancerígena a largo plazo. Además, en algunas zonas del país el agua del grifo cuenta con un exceso de dureza que también la convierte en muy poco saludable.
¿Cuál es entonces la solución? Puede que te lo estés preguntado. Pues bien, la solución es el agua filtrada, que no es otra que la que se saca del grifo y se trata después gracias a un sistema que elimina los contaminantes y la convierte en un agua purificada y saludable.
El principal motivo por el que el agua filtrada es más sana es que un buen equipo para filtrar el agua, como los de ósmosis inversa, elimina el 99% de los contaminantes, los microorganismos, las sustancias nocivas, la suciedad y las bacterias que hay en el agua del grifo.
Más allá de los motivos de salud, los equipos de ósmosis inversa mejoran el sabor del agua, al eliminar, a través de su membrana impermeable, contaminantes como la cloramina, el plomo, el cloro y otras bacterias que hacen que el agua tenga mal sabor. Esto no significa que si el agua del grifo no huele o sabe mal sea saludable, ya que en mayor o menor medida siempre tienen suciedad y sustancias nocivas.
Por otro lado, y unido al tema del respeto por el medioambiente que hemos comentado anteriormente, consumir agua filtrada implica beneficia al planeta, ya que se evita generar mucho residuo de plástico.
Queda claro, por tanto, que el agua filtrada es más sana que cualquier otro tipo de agua, ya sea del grifo o embotellada. Así que si te preocupa tu salud y la de los tuyos, deberías instalar en casa un equipo fiable de filtrado de agua, como los de ósmosis inversa, que son fáciles de adquirir y de instalar. Además, algunos de estos equipos, como el SmartWater, representan tecnología más avanzada en purificadores de agua y apenas necesitan mantenimiento.