Las jarra filtrantes tienen como objetivo purificar el agua del grifo. Para hacerlo de forma eficiente, deben reducir la dureza del agua y acabar con el cloro que normalmente tiene la misma, evitando así el mal sabor. No obstante, para que las jarras filtrantes sean eficaces y conviertan el agua del grifo en un líquido saludable, también deben poder eliminar sustancias tóxicas como pesticidas, metales pesados, nitratos, bacterias, virus, etc. Sin embargo, y aunque a continuación analizaremos cómo funcionan las jarras filtrantes que podemos encontrar en el mercado, lo cierto es que estas no suelen ser realmente aptas para obtener un agua purificada y saludable, tal y como explicaremos más abajo.
Cómo funcionan las jarras filtrantes
Las jarras filtrantes son muy comunes en el mercado y cada vez en más hogares. Estas funcionan mediante un cartucho con sedimentador y carbón activado. Para que realicen el proceso de filtrado, basta con verter agua del grifo en la jarra y dejar que pase por el filtro. Sin embargo, este filtro es de tamaño pequeño y resulta insuficiente para realizar el proceso de purificación de forma eficaz, puesto que no consigue eliminar todas las impurezas y sustancias nocivas que arrastra el agua del grifo.
Por este motivo podemos decir con certeza que el mejor purificador de agua es aquel que elimina las sustancias nocivas del agua del grifo (cloro, exceso de minerales, metales pesados…) y nos proporciona un agua con una mineralización débil y un ph idóneo. Por ejemplo, los purificadores con membrana de ultrafiltración incluyen una membrana semipermeable que se encarga de separar los contaminantes de la molécula del agua. El trabajo de este tipo de máquinas es muy eficaz, aunque es cierto que no logran eliminar las moléculas de sales, los metales disueltos y algunos contaminantes inorgánicos. Tampoco mejoran el sabor del agua.
Yendo un paso más allá, si queremos una máquina capaz de eliminar el 99% de las sustancias nocivas del agua debemos irnos a una máquina de ósmosis inversa. Este tipo de equipos realizan un proceso conocido como ósmosis inversa, que tiene el objetivo de separar del agua todas sus impurezas. La ósmosis normal se da en la naturaleza, en nuestras propias células, que realizan un proceso por el cual asimilan los nutrientes, desechando el agua. La inversa, por el contrario, desecha las sustancias disueltas para quedarse con el agua.
Un ejemplo de equipos de ósmosis inversa es SmartWater, un sistema totalmente innovador e inteligente. En lugar de utilizar un cartucho remineralizador, como es el caso de otros sistemas de filtración, SmartWater mantiene un 30% de los minerales naturales del agua que proviene de los acuíferos y acaba con el resto de los contaminantes mediante un proceso de ósmosis inversa. En dicho proceso también elimina sustancias como el cloro, metales pesados, bacterias y virus. Además, no tiene depósito, por lo que ocupa menos espacio, no tiene agua parada en su interior y, lo más importante, rechaza mucha menos agua que una ósmosis inversa tradicional de 5 etapas (con postfiltro remineralizador). También tiene funciones de autolavado, por lo que siempre está en perfecto estado de uso.