La calidad del agua que nos llega por el grifo no siempre es óptima. De hecho, casi nunca lo es. En España el agua del grifo debe ser potable por ley. Sin embargo, potable no significa saludable. Y es que el agua del grifo tiene, cuanto menos, cloro, una sustancia que a largo plazo, con una exposición continuada, puede resultar cancerígena. También hay zonas en las que el agua del grifo tiene un exceso de dureza que la hace muy poco saludable.
Para purificar el agua encontramos en el mercado múltiples máquinas que se categorizan en tres tipos, en función de los filtros que incorporan:
- Filtración: incorporan un filtro de sedimentos no disueltos y carbono para eliminar el cloro.
- Ultrafiltración: además de los anteriores, incorpora un filtro que, sin ser ósmosis, filtra también bacterias.
- Ósmosis inversa: la máquina que realiza un trabajo más a fondo. También incorpora filtros de sedimentos y carbono.
Gracias a estas máquinas, sobre todo a la de ósmosis inversa, obtenemos un agua saludable y purificada, que no tiene cloro ni ninguna otra sustancia nociva y es de mineralización débil. Además, de esta manera evitamos el consumo excesivo e innecesario de plástico.
No obstante, y aunque consumir el resultado de cualquiera de esas tres variedades nos proporciona una agua de mucha mejor calidad que la del grifo, dependiendo de la zona de España en la que vivamos necesitamos una u otra filtración. Por ejemplo, en la zona del Levante, una mera filtración es insuficiente, porque no elimina los sólidos disueltos en el agua ni la cal. En Asturias, por el contrario, en la mayoría de las zonas puede ser suficiente, si bien en otras en las que hay más cal es necesaria una ultrafiltración. Pero, en general, en casi todo el territorio español lo ideal es una máquina de ósmosis inversa.
¿Cuánto duran los filtros de agua?
Ahora que cada vez más personas están tomando conciencia de la importancia de beber un agua saludable y están adquiriendo máquinas de ósmosis inversa, resulta muy habitual preguntarse cuánto duran los filtros de agua, aunque es una pregunta que también pueden hacerse las personas que instalan filtros debajo del grifo o en jarras. En este caso, los filtros de agua duran de tres a cinco meses, aunque en este post ya hablamos de la inutilidad de los mismos.
Los filtros de las depuradoras de ósmosis inversa, que suelen llevar de entre tres y cinco filtros, tienen una duración de un año. Además, las máquinas SmartWater cuentan con un sistema de aviso acerca de cuándo hay que realizar el cambio, que resulta muy sencillo.
Por otro lado, estas máquinas incorporan también otro tipo de filtro que se denomina membrana, que podemos imaginar como un folio de látex, aunque están hechos de materiales más complejos, y que son muy poco permeables al agua. Este tipo de filtros son los que más purifican y limpian el agua, y su duración es de hasta tres años. No obstante, el proceso para realizar el cambio es complejo y, a diferencia del resto de filtros, que se pueden cambiar fácilmente, en el caso de la membrana resulta necesario que intervenga un técnico profesional, para no estropear la máquina.