El cuerpo humano se compone en un 70% de agua. A través del agua nos hidratamos y limpiamos nuestro organismo de toxinas.
Pero el agua que consumimos no es agua pura, aunque sea agua potable. El agua potable contiene minerales, cloruros, nitratos, nitritos, amonio fosfato o arsénico, entre otros, además de los gérmenes patógenos.
Aunque hay normativas muy estrictas sobre el agua que es apta para el consumo, se toleran unos valores mínimos y máximos de elementos que son muy mejorables. Eliminando estas sustancias del agua que vamos a consumir, conseguiremos beber un agua de calidad óptima, con todos los beneficios que esto tendrá sobre nuestro organismo y nuestro entorno. En este artículo, te contamos algunas.
Te aseguras de no ingerir bacterias dañinas
El agua, incluso el agua potable, es el medio natural donde viven cierto tipo de bacterias y microorganismos. Aún no se ha conseguido un medio inocuo de depuración que las elimine del todo, de manera que se tolera como agua saludable, la que se mantiene dentro de unos parámetros que una persona sana puede asumir.
Sin embargo, estos parámetros no son adecuados para personas con el sistema inmunológico más sensible, como enfermos o bebés.
Depura tu cuerpo de toxinas
Se han puesto muy de moda las dietas detox, sobre todo después de épocas de excesos como vacaciones o navidades, pero ¿de qué sirve desintoxicarse de las comidas si sigues ingiriendo todas las toxinas del agua?
El librarte de las toxinas implica una serie de beneficios, como más energía y mejor piel. Salud y belleza suelen ir de la mano, el estar libres de impurezas a nivel físico nos hace estar más guapos y sentirnos muchísimo mejor.
Prevención de problemas de hígado y riñón
El hígado y los riñones actúan como filtros en nuestro sistema digestivo. Con el paso de los años, a causa del envejecimiento y del trabajo que les hayamos dado con nuestro estilo de vida, pueden empezar a presentar afecciones y enfermedades.
Imagina un filtro por el que pasa aire, como el de un cigarrillo. Si por ese filtro pasa sólo aire se mantendrá blanco, limpio. En cambio, si el aire que pasa por ese filtro está sucio como el humo se contaminará, se volverá oscuro y perderá su capacidad de filtración.
Con nuestros órganos internos sucede exactamente lo mismo. Y purificando el agua en casa les ahorramos un montón de trabajo para que puedan seguir manteniéndonos sanos.
Prevención de enfermedades de vejiga
Para la depuración del agua potable se utilizan químicos como el cloro o el fluoruro, que algunos estudios médicos han relacionado directamente con el cáncer de vejiga. Purificar el agua en casa te aseguras de ingerir mucha menos cantidad de estos compuestos.
Mejora tu salud
Este punto es un resumen de lo anterior, pero si no ingieres bacterias ni toxinas nocivas, le estás dando menos trabajo a los tus órganos filtrantes internos, previenes la ingesta de químicos relacionados con algunos tipos de cáncer y mantienes limpio tu cuerpo de sustancias perjudiciales que de otra manera se irían acumulando poco a poco en tu organismo, la consecuencia directa es una mejor salud.
El verdadero sabor del agua
Dicen que el agua no tiene sabor, y aun así, cuando bebes agua pura lo sabes.
Puede que no sepa a nada, pero qué rica está y cómo se disfruta esa ausencia de sabor.
El beneficio ecológico
Las personas que se preocupan por beber un agua pura, normalmente tienen como primer impulso beber agua mineral embotellada. Pero lo cierto es que el agua corriente, la del grifo, pasa más controles.
Por otro lado está el envasado, ya que los plásticos desprenden sus propias sustancias al agua con la que están en contacto, que luego consumiremos nosotros.
Y sobre el envasado, cada vez tenemos más información del impacto dañino que tienen los plásticos de un solo uso sobre el entorno, y todo tipo de ecosistemas. Purificando el agua en casa, nos ahorramos la compra de botellas que ya no perjudicarán al medio ambiente.